Los diez mandamientos representa la ley fundamental entre la alianza entre Dios e Israel en el Monte Sinai; aunque la fecha del evento es incierta, los mandamientos se pueden datar provisoriamente en la primera parte del siglo XIII AC. En hebreo se les llama las "Diez Palabras", que es el origen del titulo alternativo en ingles para los mandamientos, a saber, el decálogo. Los mandamientos se mencionan dos veces en el Antiguo Testamento.
Esta escrito que los mandamientos fueron fijados en dos tablas, cada una con el texto completo; una pertenecía a Israel y la otra a Dios, a fin de que ambas partes en el pacto tuviera una copia de la legislación. Los cinco primeros mandamientos se refieren básicamente a la relación entre Israel y Dios, y los últimos cinco se ocupa principalmente de las formas de relación entre los seres humanos.
Los mandamientos deben interpretarse inicalmente en el contexto del parto de Sinai, que en efecto fue la constitución del Estado en proceso de formación durante el tiempo de Moisés y de su suceskr Josué. Puesto que Dios fue el que permitió a Israel avanzar hacia la estadidad, como consecuencia de la liberación del pueblo elegido de la esclavitud en Egipto, tambien fue el verdadero rey de Israel. Como tal tenia autoridad para establecer la ley de Israel, como se aclara en el prefacio de los mandamientos. Asi pues los mandamientos fueron inicialmentr parte de una constitución como ley del estado de la incipiente nación de Israel. El principio fundamental sobre el que se estableció la constitucion es el amor.
Los cinco primeros mandamientos indicaban la naturaleza de la relación con Dios que seria una expresion de amor hacia el. Los segundos 5 mandamientos van más allá y señalan que el amor por Dios tambien tiene implicaciones para las relaciones con otros seres humanos.
Los diez mandamientos son preceptos sobre las obligaciones fundamentales de la religión y la mora, y emcarnan la expresion revelada de la voluntad del creador respecto a la totalidad del deber del hombre para con Dios y con su prójimo.
Los diez mandamientos fungieron primero como parte del derecho constitucional de una nación; en la enseñanza se jesús se convirtiero en la ética del reino de Dios, añadiendo sustancia y direccion al "Primer y gran mandamiento". Los mandamientos no son en sí mismos la base de la salvación, sino que más bien don, para los que han encontrado la salvación en el evangeñio de Jesucristo, un guía hacia la plenitud de la vida que se da rica expresión al amor de Dios.
Los Diez Mandamientos de la Ley de Dios son:
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Amarás a Dios sobre todas las cosas.
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No tomarás el Nombre de Dios en vano.
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Santificarás las fiestas.
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Honrarás a tu padre y a tu madre.
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No matarás.
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No cometerás actos impuros.
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No robarás.
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No dirás falso testimonio ni mentirás.
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No consentirás pensamientos ni deseos impuros.
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No codiciarás los bienes ajenos.
OPINIONES
ANONIMO
Los diez mandamientos son importantes porque son una expresión de la voluntad de Dios para nuestra vida. Dios es amor, y sus mandamientos definen lo que es el amor.
Los primeros 4 hablan acerca de nuestro amor a Dios, y los otros 6 acerca de nuestro amor hacia los demás.
Jesús dijo que él no vino a cambiar la ley de Dios (Mateo 5:17 y 18). Lo que hizo fue resumir los 10 mandamientos (Éxodo 20:3 al 17), en 2 grandes mandamientos: amar a Dios, y amar al prójimo (Mateo 22:34 al 40).
MANUEL GUERRA
LOS CONDUCTORES DE AUTOS, NECESITAN DE UN MANUAL PARA PODER CONDUCIR. LOS PILOTOS DE AVION TIENEN REGLAS, PARA PODER VOLAR, SIN ELLA NO PUEDEN EJERCER LA PROFESION....... EL HOMBRE SIN LOS 10 MANDAMIENTOS SERIA UN CAOS. NECESITA DE ELLOS PARA PODER, CONDUCIR SU VIDA. POR GENERACIONES AL HOMBRE, SIEMPRE LE A GUSTADO CAMINAR A SU GUSTO Y ANTOJO. DIOS VIO NECESARIO PONERLE REGLAS PORQUE DE LO CONTRARIO, SERIA COMO UN ANIMAL SALVAJE, ES POR ESO QUE SON MUY IMPORTANTES, PARA LA HUMANIDAD LOS 10 MANDAMIENTOS. SALUDOS QUE DIOS TE BENDIGA.
LOURDES
Nos dice nuestro Padre Dios en la Biblia. No olvides que la Biblia es la carta que te escribió a ti, que eres su hijo: Y ahora, Israel, esto es lo único que te pide el Señor, tu Dios: que le temas y sigas todos sus caminos, que ames y sirvas al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, observando sus mandamientos y sus preceptos, que hoy te prescribo para tu bien (Deuteronomio 10, 12-13).
Los diez mandamientos son diez recetas que Dios te ha dado para tu bien, para la verdadera felicidad, aquí abajo, y sobre todo diez recetas para conseguir la felicidad allá arriba. ¿Te parece poco y de poca monta? ¿Quieres ser feliz? Cumple los diez mandamientos. ¿Quieres salvarte, es decir, salvar tu cuerpo y tu alma? Vive los diez mandamientos, con mucho amor. Ellos, los mandamientos, son camino seguro de salvación eterna. Sé que esta palabra, salvación eterna, tal vez te asuste. No temas: es la realidad más hermosa que existe. Nadie quiere perderse. Todos quieren salvarse, no sólo aquí abajo, sino después de nuestra muerte, ¿no es así? Los mandamientos son semáforos que en tu camino hacia Dios te marcan lo que debes hacer y lo que debes evitar; te señalan luz verde, luz roja, luz ámbar. ¿Quieres darte un cacharrazo? Tú sabes lo que pasa cuando no se respetan las señales de tráfico: accidentes mortales, caos, lágrimas, muchas lágrimas. Pero si respetas las señales, te irá bien y llegarás a tu destino, sano y salvo.
ANONIMO
LAS LEYES PRESENTADAS por el profeta Moisés al pueblo hebreo tenían por objeto la regulación, no sólo de la vida religiosa, sino también de la civil. En la época del Nuevo Testamento la mayor parte de las leyes civiles y rituales fueron abolidas por los apóstoles. (Ver lo establecido por el Concilio Apostólico en el cap. 15 de los Hechos de los Apóstoles).
Sin embargo, el Decálogo y otros mandamientos que determinan el comportamiento moral del hombre conforman conjuntamente con la doctrina del Nuevo Testamento, la ética. En cuanto a los Diez mandamientos es necesario afirmar que contiene los fundamentos éticos, los principios básicos, en ausencia de los cuales es inconcebible la existencia de cualquier sociedad humana. Son una especie de "constitución" o "Magna Carta" de la humanidad. Probablemente debido a su enorme importancia e intangibilidad los Diez Mandamientos fueron escritos sobre la piedra, a diferencia de otras leyes escritas sobre materiales perecederos como la madera o el papel.
Como veremos más adelante, los Diez Mandamientos poseen una determinada secuencia. Así, los primeros cuatro tratan de las obligaciones del hombre para con Dios; los cinco siguientes regulan las relaciones recíprocas entre los hombres y el último mandamiento llama a la pureza de pensamientos y deseos.
Sin duda existen ciertos rasgos comunes entre los Diez Mandamientos y las leyes de los pueblos antiguos que poblaban la región noroeste de la Mesopotamia. (Se conocen las leyes del rey sumerio Ur-Nammu (año 2050 a.C.); del rey amorrea Bilalama, del gobernante súmero-acadio Lipitishtar; del rey de Babilonia Hamurabi (año 1800 a.C.); las leyes asirias e hititas redactadas alrededor del año 1500 a.C., etc. Estos elementos comunes y coincidentes pueden explicarse por la universalidad de la ley moral puesta por Dios en el alma humana. Si la naturaleza humana no estuviese dañada por el pecado, probablemente la sola voz de la conciencia sería suficiente para regular las relaciones
entre los seres humanos. Diferenciándose de los Diez Mandamientos las antiguas legislaciones paganas manifiestan claramente la imperfección moral de sus autores.
Los Diez Mandamientos están redactados de una manera concisa y se reducen a las exigencias mínimas. En esta particularidad reside su mayor ventaja: ofrece al hombre la máxima libertad para organizar sus asuntos cotidianos, sólo estableciendo claramente los límites que no deben ser sobrepasados para que no se destruyan los fundamentos de una vida en sociedad.
Nuestro Señor Jesucristo se refería a menudo en sus pláticas a los Diez Mandamientos y les daba una interpretación más perfecta y profunda. De éste hablaremos con más detalles al analizar cada mandamiento por separado.
ANONIMO
Cuántas veces, en conversaciones privadas, en comentarios que se hacen e incluso en artículos de periódicos constatamos una realidad que nos ha tocado vivir de una manera muy fuerte en estos últimos tiempos. La realidad de la pérdida de valores espirituales, morales y humanos.
Esta pérdida de valores ha ido haciendo que la vida en nuestro mundo se convierta en algo cada vez más difícil. Todos nos sentimos amenazados. Hemos perdido la confianza. Nuestro mundo se está desmoronando como un castillo de arena.
Y lo peor de todo es que esta realidad la constatamos a todos los niveles. De una manera muy clara y patente en las autoridades. No solamente en las de nuestra patria, sino incluso, en las autoridades de otras naciones.
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